Los Arbustos dejaron de moverse por un lapso de treinta minutos, la cobardia no hizo que el sentimiento la dejara esperar mas de lo debido, la cicatriz era el unico reflejo de que habia existido y en el desolado resplandor de la vida; paz.
Los mal pensados dieron apoyo a la ruptura y por creerse mago, sólo se hubicó en su propio punto de vista y no reflejó mas que una sonrisa seca, como en señal de ¨Salí con vida de la tormenta¨.
Desde el punto optuso, se mengua una lluviosa preocupación que el mismo ha sabido que no tiene ningun sentido y que por ende sólo vivír haciendole el amor al olvido habia desidido, para ponerle de por vida a la soledad ese precioso vestido y comprometerse a serle fiel, aunque no ella a el.
Hasta el viento parece pesar, hasta las miradas del sol parecen enfriar, hasta el murmullo de los insectos en sus oidos parecen indicar que por ahí viene una realidad que lo puede hacer cambiar o documentar como un loco mas quien buscó tanto algo que jamas podria encontrar, por no existir quizas, por no falsificar lo que nunca sera, por no olvidar lo que jamas ni el tiempo podra hacer cambiar.
El asombro no es motivo de enojo, mas bien se asombran quienes no sabran jamas el significado que tienen en la vida, por eso se distraen con quien es mejor que ellos o con quien tienen lo que nunca podran ellos y el asombro no es mas que el pasaje a dizfrutar lo que en el fondo los asombrados nunca seran jamas.
Mientras, en la tierra el angulo de cientocincuenta grados por mas que lo midas no sera mas, no abarcara mas, no iluminara, porque no es cuerpo celeste, no es vista referente, sólo, una poesia en blanco la cual entienden unicamente, los iluminados.
Miguel Shulterbrandt
