martes, 27 de enero de 2009

TiE My HaNdS...

Por Soñar, los poetas viven apartados en la frontera del abismo, entre la realidad y la fantasía, estupidez y sabiduría, valentía y cobardía.
De muchas realidades es difícil escaparse, de muchas ataduras es por igual difícil soltarse, así como por sobrevivir en la vida te quedas tratando de regenerar la poesía que se te olvido algún día en el eclipse soyosante de la sonrisa de algún farsante quien pasó por tu corazón sin importarle, enviándote a vivir atado en la nada aquí, buscando el amor como un infeliz cuerpo celeste al cual se les perdieron los dientes en la esplanada de la incoherencia, por no saber interpretar tanto sentimiento desangrado en el campo de batalla mientras pensabas que todo lo hacías bien y a tu espalda se detuvo aquel quien a tus oídos con un cántico murmurado se postró y te dijo¨Se acabó su tiempo Soldado¨, ¨Entregue el Fusil, que a usted lo andaba buscando¨.
Se pierde, pero en verdad quien sabe lo que se tiene, por mas que lo mires o mimes, algún día veras que si se acaba, la culpa no fue de quien por ultimo lo diría. En la vida he perdido bastante, aveces le pido a Dios que aunque unos lo hicieron para aprovecharse, que no me deje ser ignorante o mas bien ponerme la mascara del farsante quien sólo vino a tu vida para agobiarte, ensuciarte, ilusionarte, vomitarte.
Así pasó el tiempo sin mirar el reloj, sin obtener la liberación mas bien la ubicación, amor como canción, zapato sin cordón, dormido en la oscuridad, no por temer, mas bien por quererme ocultar al dolor, aunque en verdad, el corazón tanto en esta vida aprendió que el llamar tanto la atención sin intención se congeló, se olvidó y buscarle la sátira a lo que soy, sólo salió como resultado, un ángel sin poder darse cuenta de que jamas seria mas que un pecador. Desnudo en la habitación, se quitó la ropa como para esperar el amor, desvistió la ilusión, se llenó de purpuras y sin dolor, fue quien es, es quien jamas sera, te dejó que lo guiaras donde ya está, cubrió sus partes privadas y comenzó a ser quien es, comenzó a morir, atando sus manos a lo que una vez rechazó. Acuarelas de lo que el tiempo dejó, castigado quizas con la vida eterna y no ver jamas su cuerpo descanzar en los muros llanos de la soledad. En las calles muchos preguntan porque no se le escribe un poco a la felicidad, pero en verdad, tiene una epidemia en el alma, perder, pero por suerte no es el unico.
Miguel Shulterbrandt

lunes, 19 de enero de 2009

Bajo La Sombrilla De Cain...

Mientras la lluvia caía desde el cielo, las nubes cubrían todo el espacio por el cual el sol hubiese podido asomar algún rayito, sólo para que supiera que ahí estaba, sólo para que alguien notara que aunque estaba lloviendo a cantaros; ahí estaba.
Bajaron los pies al suelo, primero, luego un mirar a los lados, como buscando algo que jamas había encontrado, como buscando lo que jamas se le había perdido pero que no lo tenia. Lo vi esconderse en un desayuno configurado en uno o talvez en cual otra metáfora, esas que son motivo a criticas de quien se queda mareada por no poderlas interpretar, pero que son símbolo de la realidad.
En su rostro, un poco de desigualdad o quizás alguna que otra figura funesta por querer escapar de una realidad que jamas encontrara. Su perro lo mira y como queriéndole hablar le dice¨Elegiste ser poeta y escribirle al mundo algo que quizás nadie leerá¨. Triste realidad, nada que no sea verdad.
En su mano empuñó la degollada ruptura de una vida unida al engaño de vivir y ser feliz aunque sea por decir,¨He me Aquí¨, ¨vestido de la ignorancia que refuta en la jactancia de decirse uno, amado y amando¨.
Mira sus ojos, pero primero, cierra los tuyos e imaginalo, escribiéndole una carta a su corazón, corazón que una vez se quedó sepultado al querer luchar contra el mundo y una idea de igualar las rimas finales de la vida y aunque no se entienda, quien sabe si es mejor vivir y seguir el camino que el pecado una vez trazó, que una vez el libre advendrío le adjudicó. ¨No tendría que preocuparme por ayudar a nadie a crecer¨respondió desde el fondo del aula, alguien a quien una vez se le pudo ver tratando de convencer al mundo, que el amor era como un moribundo y que todos estaban tan ocupados que jamas pudieron ayudarlo a buscar el rumbo.
Salió a la calle a caminar hasta donde el dinero le llevase, lo ocupaba para que cada fin de quincena pudiese cobrar y llevar así la necesidad hasta donde no la pudiese tocar.
No abras tus ojos aun,¿ sentiste lo que el?
¿lo que se siente cuando abres la sombrilla de Caín y quieres encontrarle camino a la desigualdad de amar o tratar de ver lo cercano de lo que jamas existirá?
Los Humanos hacemos milagros, desde hubicarnos con alguien mas en un lugar sin saber como la lluvia de caracteres diferentes nos podrán chocar, o talvez como recibir un golpe y bajar la cabeza porque te das cuenta de que nada puedes hacer, de que es mejor evitar a reaccionar igual o peor quizás que quien ingiere tus medidas hasta demostrarte que ahí, no habrá futuro jamas. En las noches frías te das cuenta de que al buscar abrigo, sólo tus brazos llegan donde otros jamas podrán, que las lágrimas son sólo una vaga visión de que por mas que entregas, quizás no tiene tanta pulsación como lograr cambiar un corazón, cuya única finalidad sera subyugar con palabras compuestas lo que se esconde detrás de las puertas.
El tiempo congela el sentimiento y carcomer el corazón quizás sera el mejor aliado de vivir y no aceptar lo que la realidad quiere dar, sin procrear jamas la responsabilidad de una vida vacía y sin amar, porque es mas lo que das a lo que recibirás.
El amor es hermoso, ¿lo tienes? si no, entra en tu interior, divisa el mar sin tener que ir allá, quizás no te pierdes nada de la realidad y tal vez sea mejor abrazarte un poco mas, mirarte un poco mas, escucharte un poco mas, mimarte un poco mas, a pezar de la economía; es bueno que te saques a pasear y junto a ti mirar las estrellas, contemplar lo que quizás nadie te dará jamas y disculpa, si porque este yo hoy escribiendo algo tan solitario, creas que me describa sin tenerme que mencionar, pero todos somos humanos y es la única condición la cual nos pueda igualar, lo demás, Dios sabrá.
Miguel Shulterbrandt.