sábado, 23 de agosto de 2008

Ausencia

El sentimiento quedó plasmado en las estrellas, mi vida voló a lo inusual como centella, cuando estas solo, parece que nada te aterra, el amor se esquiva, mi latitud a la soledad se aferra, el miedo se entierra y para dejar la paranoia no hay nada mejor que escaparse colgado de una botella. Quien sabe hasta donde se fue el poeta iluminado, apostrofado sin miedo a ser mofado porque la decisión fue huir de mi lado. Bajo los muros de tolerancia se hace difunta la jactancia y lo que el viento trajo se lo llevó la ignorancia en el subsistir, tranquilo y sin decir todo aquello que mis labios callaron y que no me atreví a escribir. Al corazón lo rodean mil y una proposiciones, talvez deba dejarlo inmaculado para que nadie tenga el poder para dañarlo, mientras, el apocalipsis termina, la rutina se olvida, las letras se depilan y al final de la calle solo, porque el mundo se queria ir aparte, sin titubeos de mi parte, con los ojos cerrados porque la realidad es tan oscura que aveces hace que me aparte, camino tranquilo sin el peligro buscarme, sólo unas cuantas letras vacías para ocultarle a la vida la razón de mi muerte aquí; en vida.
Tantos fracazos, tantas mentiras, tantas ofensas escondidas, tantas letras en ruinas, Puedo hacer algo para evitar que esto continúe?, si, hacer como las tortugas, hicoteas, cargar con mi vida y elevarme hasta el infinito para poder escaparle a la falsedad y sin tener que llorar por alguien quien me hizo mal, al final de la lectura mi razón no se suicidara. Una de las reglas de la vida dice " Nada llega fácil" pero parece que lo que uno trata y busca necesita un poco mas de esfuerzo para que pueda llegar, por mas que se trata, parece que no es suficiente. La verdad es que aveces hay que dejar las cosas, personas, momentos, situaciones, oportunidades, encuentros; pasar. En lo que llega mi tiempo; porque llegara, me siento en la callada oscuridad de la soledad, dejando que la ausencia me haga el amor en nubes de algodón y suspiros tatuados en el invernal rostro de la poesia fantástica la cual según meteorología, esta vez, la culpa no sera mía, si llueve en el día.
Lo bueno de este momento vacio es que se tiene la oportunidad para entenderse mas, para tocar el suelo con las manos y asegurarse que el pequeño espacio que uno ocupa no esta viciado o paralelizado por la infernal traición.

Miguel Shulterbrandt

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