Los ojos se cerraron por fin después de tantas noches sin dormir, después de tanto pensar que con sentimientos no habrían lamentos, quejas o talvez se alivianaria la densidad del amor al tenerle desnuda en mi cama y lamer todas las posiciones rupestres encontradas en una fantasía transparente. Por ahora, los sueños se comen como almendras en el suelo y luego de caminar y dar pasos se trompiesa con las estrellas, se mal escribe por tan sólo expresar el sentimiento y licuar en el viento todo lo que siento, no hay verbos o mucho menos pasado o pretérito perfecto, lágrima que despierta en lo incierto. triste realidad, escupir al cielo sin pensar que algún día a la cara llegara, el amor se destierra en muros salvajes de purgadas roturas que se encallan en quizás algún callejón sin salida, poesía mía llevada a esta pagina virtual como el amor a una botella de sal, asesinato sin investigar así como la letanía que acabó con lo que jamas pudo el corazón aguantar, el otro se tuvo que humillar y mejor callar antes de hablar y tener que contesta, caminar por el túnel oscuro de la realidad sin llegar al final ni poder encontrar la claridad.
Mientras, se aprende de los errores, se cultiva la seguridad en los temores, se fortalece el espíritu en la soledad y crece el deseo tratando de ver a Khris con 20 años o mas. Nunca pensé ver como la degradacion bordaria la situación y mordería la mano de un corazón, a Dios se le pide perdón y en rencor se abulta el deseo de la desaparición. Quizás sean poemas marcados esos los que se escribe en blanco para que no se vea el pecado, sin rima injusta difunta haciendo que por no mirarle la cara y la tome como cualquiera; disgusta, demasiado tarde para disculparse sin medirse hablar y no tener que escucharle.
Mientras el amor se convierte en la temperatura del futuro, morir solo en el callejón sin alguien quien vino al sentir los atracadores, dolores que no son mas que el reflejo de falsos amores, errores por querer entregarle a la vida poemas; mejores.
Al final de la vida; nadar en un mar muerto de mis propias poesías, caminar sin tener que mover los pies o ver como la vida se ríe de mi, brincar desde una metáfora y caer en una botella de algún ron malo y jamas ver el fin, sentirse morir sin tenerme que despedir.
Miguel Shulterbrandt
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