Mientras los ojos recorrían el norte interpolado y aureolado en unos sig-sags sin rumbo, mi corazón se entrecogió en una pequeña y muy diminuta estancia la que reflejaba un pequeño silencio, un alto, un detenerse, un murmullo sin rabia, una palmada en la espalda.
Me escondí para ver como lucia todo desde lejos, como era la vida en muros vacíos y tallados en la realidad que se adjuntaba en quejas que en el fondo las cuales tenían mucho sentido a la hora de comprender la conducta humana al engañar a Dios o pretender, para así engañarme y a mis espaldas sonreirle a mis dudas.
La vida no es algo que perdura por los siglos de los siglos, la vida cuando tiene que cobrarse lo que le debes; lo cobra sin importar donde o como estés, por eso la vida es así, como la quieras tener; una mentira, una sátira de cualquier comedia, una zarsuela, un hoyo en el espacio infinito de la irrealidad. Desde el llanto se pueden contactar tantos eslavones que pensabas perdidos en el alma, tantas dudas de si en verdad la doncella era quien era por una mala experiencia o por sencillamente utilizar una mascara y desvilgarle a cualquier tonto la falsedad antes de arruinar tantas cosas hermosas que sembró el destino al que también engañó.
En la montaña de los suspiros cae de rodillas el ángel caído; con los brazos abiertos, pidiendo que lo regresen al cielo porque este mundo no es para el, porque la canallada nunca sera algo que en verdad lo alimentara, sólo podría lavarle el alma en sangre y mas oscura tornarla. Sin salida, los años correrán por la vida, quedando aquí preso de por vida y enchumbandolo de lo que nunca fue, morirá en un silbido sutil, marcando con plomo y azufre el destierro, porque con el tiempo, se cal comió el deseo y humedecido en una poesía, dejó en pañales la ilusión y se le escapó a la vida, sólo una resolución llegó al cuerpo sin vida" Ya entiendo por que a ella no le importaba".
Miguel Shulterbrandt
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