jueves, 19 de agosto de 2010

God is God

¿Qué ser mas ingrato y mal agradecido seria yo si elevara mi vista al cielo y por el echo de no ver mas que la inmensidad afirmara que no existe Dios?
¿Qué ejemplo de agradecimiento por la vida y por los años dados a mi existencia mostraría si emitiera un falso juicio al afirmarles a los demás que debido a mis males se muestra que Dios no existe?
¿Qué rumbo tomaría mi vida si me convierto en la elegía que marchita la blancura de la ternura; usando y olvidando, rompiendo y maltratando la existencia de otra persona, sólo por afirmar que al morir nadie me reclamara lo que en vida ensucie?
Pues no es así, quiero decir que sin medir fuerzas ni vivencias me debo sentir uno de los mas gratificados por el poder de Dios, sólo Dios ha curado mis heridas cuando mi corazón ha sangrado, mostrándome que existen en la vida quienes sufren y lloran mas de lo que yo, que existen personas quienes han pasado mas hambre que la que pasado, quienes han visto el sol salir y sufrir; sin poder dormir.
No soy un egoísta, ni mucho menos puedo enjuiciar a quien ensucia la iglesia con su pecado, porque yo también seré enjuiciado, yo también seré llamado al podium para responder por mis pecados. Sólo soy un ser humano quien no le teme a Dios, porque se dice que Dios no esta en el cielo para que le temamos, mas bien me asusta el echo de violar su palabra, porque entonces violentare el tratado que nos forjó como legado. Nunca seré un salvador; porque primero debo ser salvo, no puedo cambiar vidas; porque tal y como son, Dios las ha creado. Todo tiene una razón de ser en la vida, todo tiene un porque aunque no sea la filosofía de todo quien hace algo aunque mañana le afecte o no.
No soy quien para todos los días antes de dormir, cierre los ojos sin darle gracias, Oh mi Dios por la persona que soy hoy, por ese hijo hermoso quien nunca olvida los momentos de felicidad y tristeza que juntos compartimos, por salvar mi vida tres veces cuando la muerte me solicitaba, por darme consuelo y mostrarme el universo volando en sus manos, por acariciar mi brazo y dejarme saber que debía dejar de sufrir, pasar la prueba, conciliar el sueño y dormir así con esa PAZ que sólo usted podría darme; porque siempre estará ahí.
Por mostrarme tranquilidad cuando a sólo centímetros de la muerte me vi. Por tantas razones sin enumerar, no por no recordar, más bien, para que pueda saber y aceptar que ningún demonio en mi vida podrá tomar ese lugar que sin tener que comprar, ni mucho menos inculcar; ha tenido usted en mi alma y corazón más allá de los tiempos de desesperación.
Gracias Dios por dejarme ser quien soy porque tal y como fui, soy y seré, soy hijo de quien la vida erigió y le da sentido cada día que pasa de ser quien soy. Siempre haré todo aquello que me indique su palabra, escribiré todos los poemas que muestren mi agradecimiento sabiendo, que para tener una conversación con usted, sólo debo abrir mi corazón y seguir lo que me dicte cada latido, cada pulsación y que bueno es saber que no engaño a nadie porque usted sabe el significado en mi de su amor.

1 comentario:

Anónimo dijo...

sweets you made me so proud with these words. loving it. and being bless to have the opportunity of reading them. thanks. thanks