Así vi tus alitas aleteando en el estanque sucio en el cual te encontré; herida, con unas alas tiernas, miles de promesas de quienes nunca veras realidad. Te escribí un poema de tantos que has leído y dizfrutado como si hubiese sido el primero, mi primera inspiración. Eres reflejo tierno de algo hermoso que jamas tendría yo el bellaquismo de maltratar, husulpar, malograr, frustrar.
He leído tantas paginas de quienes se envuelven en el remanso de la mentira como para confundirte, mal decirte, subestimarte y hasta desnucarte los sueños hermosos que hoy sueñas junto a mi, que hoy inventas junto a mi, que hoy forjas por la seguridad que te brindo cada vez que vienes aquí.
es muy facil para muchos engañar a una mujer sólo por verla recogiendo rosas rojas en el manso regazo de una tarde llena de olores colorados y bordados en panales de suficiencia, en romeos de indigencia pero nunca perdiendo la inocencia. Por tener un millon de amigos te topaste con un millón de tiburones quienes sólo buscaban desnudarte a ver si era verdad lo que decía el morbo en sus corazones, la insuficiencia en sus demencias y el cólera en sus pertenencias. Las palabras no se hicieron esperar al día menos pensado despertar disque enamorados de ti, disque figurándote en una cama rota con todo el momento que buscaban para dejarte desvestida y con una barriga que jamas quedaría escondida, una mentira surcada en traje, traje del cual se aprovecharon al entrar a tu casa y con la confianza quisieron llenar la panza. Por que hacerte daño? porque transcribir la lección que jamas serian capaz de escribir en la existencia.
mis ojos miran al cielo llenos de ira y no puedo evitar la pregunta; Que hubiese sido de ti si les hubieses hecho caso a alguno de esos buitres? Que posición hubieses tenido en mi si la muela retorcida de esos habladores te hubiera captado en la tela araña infernal de un niño sin tener papa? Por suerte tu eres mi suerte, tu eres quien escribe mi amor en letras rojas, para que jamas lo olvide, tu eres quien me promete no fallar ni mucho menos escuchar los ladridos desesperados de lobos hambrientos de sexo y mentira, dinero y fantasía, desilusión y lágrimas.
Hoy le doy gracias a Dios por haberte dado entendimiento y a mi el sentimiento para ayudarte a volar lejos, muy lejos, pero cerca, muy cerca de un amor verdadero, ese que para ti, por el resto de la vida tengo.........................Te amo Reyna de mis amores.
Miguel Shulterbrandt
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