lunes, 3 de marzo de 2008

Many Men

Hoy miraba la aureola que figura el cuerpo sin vida de Jesucristo en un cuadro adyascente en mi recuerdo, uno que me trae mucha curiosidad hasta la osadía de cerrar los ojos y decir, " Murió por mi" no me indigna pero me motiva a ser un poco de irreflexión a la hora de mirar en otras manos mi corazón, asociado con mi temor, calcomiendo mi ira con rencor.
Aunque muchos jugamos con fuego como si fuese parte de una ilusión, aunque el corazón se llene aveces de esa fugaz destrucción, aunque titereteando la forma de estarse uno comportando, aunque los eclipses se vean mas solitarios cada año, aunque otros acentúen la mujer como mejor juguete a la hora de hacerles creer que el amor se escribe con dolor; aun existen muchos hombres quienes se escapan a la realidad de la vida actual en la cual esconderse detrás de una mascara les ayuda a ganar la competencias de burlas, el renglón de burlón, la competencia de a cuentas han de engañar para comer de su monte sagrado la virginidad. Aun existen quienes lloran por el amor de una mujer y mueren por no ser engañados ni satirizados, mareados con te amos los cuales aveces ni salen a la calle por no subir ningun peldaño.
Aun existen hombre quienes ponen en otras manos su felicidad, esperando en la vida no volver a llorar ni mucho menos descubrir en algún acto guiados por la maldad de alguna falsedad, todavía existen esos quienes sólo quieren ser felices sin tener que ser o mas bien dañar, amar por amor, no por locura o libertad. Existen muchos hombres quienes no cruzan los dedos al entregarse por amor, sólo piden perdon a Dios y piedad de no caer tan alto que les pueda doler.
Miguel Shulterbrandt

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